martes, 16 de septiembre de 2008

¿España necesita medallas?

Fragmento de una carta al Director del Diario Independiente de Asturias por Beatriz Gonzalez de Oviedo:


Sí, qué bonito es el deporte de competición, ¿verdad? Seguro que muchos se sienten identificados con lo que digo pero... vamos a lo que vamos, ¿quieren medallas? Pues que sepan que las tenemos. Sí señor, aunque no lo crean las conseguimos cada cuatro años; después de cada olimpiada conseguimos ¡más de 70 medallas!; por casualidad no se estarán preguntando a qué me refiero, ¿verdad? Pues no es difícil darse cuenta de qué hablo: cada cuatro años conseguimos esa cantidad inmensa de medallas, con muchos menos deportistas que la delegación española de cada olimpiada. Estoy hablando de la delegación discapacitada, ellos van a las paralimpiadas (sí esas que casi nadie sabe que existen porque apenas retransmiten diez minutos por televisión después del telediario de las doce de la noche, ese que seguro que todos esperamos despiertos para ver, ¿no? No, va a ser que no...) y quedan siempre entre las siete mejores delegaciones del medallero, por encima de países como Alemania, Francia o Japón. Natación, atletismo y ciclismo son los deportes donde más medallas conseguimos en las paralimpiadas y, como anécdota digna de mencionar, hay una atleta ciega (Purificación Santamarta, se llama) que cuando compitió en Atenas 2004 llevaba en su palmarés 15 medallas olímpicas (perdón, paralímpicas, para mí tan olímpicas como las que más) 11 de oro y cuatro de plata acumuladas en los nada menos que seis juegos paralímpicos que ya había disputado (e iba a por el séptimo). Y luego se habla en todas partes de Almudena Cid por participar en sus cuartos juegos... (lo cual es también muy loable, y por supuesto que seguí con ilusión su competición).
Qué lástima que con tantas medallas y con lo que a mí me encanta sufrir (de la emoción) al ver una competición con representante español, no vaya a poder vibrar como con el partido de la final de tenis masculino, y no lo digo porque Nadal me haga vibrar como nadie (que no lo hace más que los demás, faltaría más, por mucho que se haya ganado el «Príncipe» (mi más sincera enhorabuena) sino porque no lo van a retransmitir, si acaso apenas un mini resumen que no dará que hablar de todas las victorias españolas porque serán demasiadas para 10 míseros minutos; no se va a hablar de ello y yo me quedaré preguntándome qué será de nuestra delegación en Pekín, por cuántas medallas iremos ya ¿20, 30?, cantidades que nadie se cuestiona en unas olimpiadas porque no llegamos a ellas con nuestros fantásticos deportistas absolutos y nuestras «super-selecciones». Con los discapacitados llegamos, vemos y vencemos, cuadruplicamos la cantidad de medallas de los absolutos (mal llamados por casi todo el mundo «normales» cara a distinguir no-discapacitados de discapacitados, sobra decir que ni ustedes ni yo somos más normales que ellos), es más, con ellos van otros atletas que tienen que ayudar a los que por su discapacidad no pueden realizar por sí solos una prueba (como una carrera de atletismo o de ciclismo donde los deportistas tienen que llevar a otro de guía por tener una deficiencia visual). Esos atletas no discapacitados lógicamente no se llevan ninguna gloria por ir allí, si acaso la satisfacción del trabajo bien hecho porque no son discapacitados y esto son unas paralimpiadas, con lo cual el que gana es el compañero discapacitado al que ayudan, no ellos, pero allí están y tienen que ser igual de buenos que sus compañeros discapacitados para no perjudicarles en la competición.
Y podría seguir hablado de esto pero no tendría extensión suficiente en el periódico así que, resumiendo: ¿Quieren medallas? ¿Muchas? Españolas, claro está, ¿Quieren ver cómo los españoles, día tras día, baten a los demás en cada una de sus disciplinas? ¿Quieren disfrutar viendo a España ganar medallas, una tras otra? Pues... empiecen a hacer ver a los medios de comunicación correspondientes que ustedes también quieren ver esta competición que trae a España muchísimos más logros y medallas que Nadal y compañía (sin quitarles mérito a los absolutos, no faltaba más) y les recuerdo que con mucha menos participación, ojo, porque van menos discapacitados que absolutos, lo cual es digno de reflexionar porque se puede llegar a una conclusión bien clara y contundente: menos participantes, más medallas, igual a... ¿?
Aunque... bien pensado... el hecho de no retransmitirlo evita que me quede otros 15 días pegada al televisor y claro, en septiembre... hay que empezar a trabajar así que, bien mirado, que no retransmitan las paralimpiadas, así trabajo algo y... total... para qué retransmitirlas, si nadie las va a ver (porque poca gente sabe que existen), no venden (porque nadie las ve), no tienen la más mínima importancia (porque no venden, sólo son discapacitados haciendo lo mismo que los absolutos pero con mucho más mérito y objetivos conseguidos), no tienen interés (no venden, sólo son discapacitados), incluso seguro que las paralimpiadas se hicieron para que los discapacitados no llorasen al no haber unas olimpiadas para ellos, es decir... podría ser algo secundario que se hizo para no pecar de trato desigual, ¿no? ¿Ah, no? ¿No piensan eso? ¿Seguro? Pues quizás algo así piensa toda aquella persona a la que no le importa que no se retransmitan unas paralimpiadas, porque son lo mismo, exactamente lo mismo que unas olimpiadas pero con personas discapacitadas. Entonces... ¿por qué Nadal sí y el tenis en silla de ruedas no? ¿Por qué la selección de baloncesto sí y el baloncesto en silla de ruedas no? (Igual ahí sí que conseguimos la de oro, dicho sea de paso... sin menospreciar «nuestra» plata, por supuesto). La pregunta en definitiva es: ¿Por qué personas no-discapacitadas y sí discapacitadas no? Yo no lo sé, para mí son iguales, por eso quiero ver las paralimpiadas también. ¿Y ustedes? Supongo que sí, no olvidemos que «España necesita (y quiere) medallas», o eso dicen por ahí...
PD: Gracias a LNE por el reportaje de tres páginas del viernes, 5 de septiembre, sobre los paralímpicos asturianos, se agradece ver que hay quien no se olvida de ellos.

Beatriz González Martínez
Oviedo

Puedes leer toda la carta en:
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008091600_74_675939__Cartas-al-Director-necesita-medallas