martes, 30 de septiembre de 2008

Cartas de nuestra amiga y compañera Marga a los medios de comunicacion

Coincido plenamente con lo que dice, es hora de dejar rencillas y unir nuestras fuerzas en un bien comun.
Con cariño
Mari


Carta al director:

¡Crisis económica, socorro! Pues a mi no me alarma tanto, ¿saben lo
que sí me tiene muy alarmada?, ¡escandalizada!, que en Galicia
cincuenta y tantas personas se están viendo sometidas a la amenaza
del abandono de sus representantes políticos; que no me hayan
presentado todavía mi Plan Individual de Atención a la InDependencia
porque en la solicitud, junto al informe médico, dejé buena
constancia de que con asistencia personal y con los apoyos necesarios
yo podría ejercer mis derechos y mis deberes; que ayer una mujer se
me acercara a preguntarme qué pido con las pancartas colgadas de mi
silla y me empezara a explicar que tiene un hijo minusválido, que le
han retirado la paga por hijo a cargo, y que es una desgracia para
una familia tener un hijo inválido porque tienen que cuidarnos y
mantenernos hasta el final; que el domingo tuviera que explicarle a
mi hermana que un disminuido psíquico no es disminuido porque tenga
el cerebro más pequeño, sino porque la sociedad le ha renegado todos
sus derechos. ¡Escandalizada, asqueada e impotente!

¿Y saben quien creo que es responsable de toda la vulneración de
derechos que sufrimos desde tiempos remotos? La sociedad, las
personas con diversidad funcional que con el afán de conquistar el
mundo se asocio por intereses, y en la actualidad somos incapaces de
fusionarnos, de unirnos. Cada asociación va por un camino, algunas
coinciden, pero aún así se creen rivales, y entre unos y otros nos
desviamos del camino de los derechos humanos, de la autodeterminación
y de la dignidad humana entendida como la no mendicidad.

Si esta carta al director se me publica, por favor, asociaciones,
entidades, federaciones, etc., hagamos un pacto de tregua y unámonos
por la Convención de los Derechos Humanos de las Personas con
Diversidad Funcional, porque si no lo hacemos, nos continuaran
negando nuestras propias vidas, nos seguirán aparcando en
residencias, en centros de trabajos especiales, nos impedirán el
acceso a la vivienda, al mundo laboral; nos continuara tratando como
cargas humanas, como enfermos terminales, nos prohibirán el acceso a
la asistencia personal, a las ayudas técnicas; … Nos "mataran" en
vida.

Marga