EFE
BARCELONA
La expedición española formada por tres deportistas discapacitados, y dos guías, que el 20 de enero consiguió llegar al polo Sur geográfico esquiando por sus propios medios y sin ayuda externa, ha regresado hoy a Barcelona, donde han reconocido la dureza extrema de este reto.
Los miembros de la expedición Polo Sur sin límites, Jesús Noriega, que nació sin una mano; Xavier Valbuena, que sufrió la amputación de una pierna tras un accidente, y Eric Villallón, cuya visión se limita a un 5%, han sido recibidos tras haber cumplido su sueño después de 12 días de travesía sobre la Antártida, soportando temperaturas inferiores a los treinta grados bajo cero.
Villalón ha explicado que durante los primeros días sufrió una indisposición --con continuos vómitos-- que le provocó una debilidad extrema. Ello motivó que el equipo tuviera que adaptarse a la nueva situación y acortar la duración de la marcha efectiva diaria prevista para esta primera fase de esta expedición, patrocinada por la obra social de La Caixa.
"Llegué a plantear a mis compañeros la posibilidad de solicitar una evacuación y abandonar el grupo. Ellos se negaron en rotundo y, a partir de ese momento, tuve que optimizar todos mis recursos energéticos para conseguir acabar cada jornada", ha afirmado Villalón.
Una vez restablecido este, el equipo pudo alcanzar las siete horas efectivas de marcha diaria previstas por jornada, durante las que el sol jamás se ocultaba en el verano austral, lo que no impidió que las temperaturas se mantuvieran siempre por debajo de los 25 grados bajo cero e incluso llegaran a -35 grados.
Sin lesiones importantes
A pesar de ello, los expedicionarios lograron evitar lesiones importantes, con solo algunas leves congelaciones en la cara y en el muñón de Xavier Valbuena, quien ha reconocido que llegó a estar al límite del agotamiento y que tuvo que ser ayudado por el resto del equipo a transportar su carga.
El equipo, reforzado por la convivencia diaria de sus integrantes en una diminuta tienda de campaña, ganó confianza día a día en sus posibilidades y así, el número de kilómetros recorridos, unos 16 diarios de media, se fue incrementando.
A pesar de que su visión es un 5% de la capacidad considerada como "normal", Eric Villalón pudo guiar al resto del equipo en su turno, para lo que utilizó un compás magnético debidamente corregido que hubo de situar a escasos centímetros de su rostro.
"Largo viaje emocional"
El 20 de enero, el equipo alcanzó el polo Sur, culminando un "largo viaje emocional" iniciado hace más de año y medio con la preparación de la expedición.
Para Jesús Noriega, nacido sin la mano derecha y que portaba un guante manufacturado que le permitía anclar un bastón de esquí al muñón, las últimas tres horas antes de alcanzar la meta "transcurrieron como en un sueño".
La aventura "deportiva, científica y personal" culmina cumpliendo sus dos objetivos básicos: demostrar la capacidad de las personas con discapacidad y realizar una campaña científica, única en el mundo, en el marco de la cual por vez primera se han tomado muestras de hielo a lo largo de 250 kilómetros del continente austral.
Fuente:
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=583344&idseccio_PK=1021
NOTA DE MARI
Me siento realmente orgullosa que tres personas hayan conseguido con sus propios medios fisicos, primero conseguir llevar su proyecto a buen fin, segundo cambiar la imagen que muchas personas tienen de nosotros, tercero que bien vale luchar por realizar un sueño seamos o no discapacitados.
Con estas hazañas en nuestro colectivo queremos transmitir que podemos, solo necesitamos oportunidades como personas simplemente, para demostrar lo que sabemos hacer, como ciudadanos con igualdad de derechos.
¡¡Felicidades compañeros!!