sábado, 10 de noviembre de 2007

Me quedo sin niños por ser cojo

ABC
BARCELONA. Joan Carles Castañé se siente totalmente capaz de atender y cuidar a sus dos hijos, una niña de 4 años y un niño de 8 años, y quiere que el acuerdo privado que alcanzó con su mujer cuando se separaron, en septiembre de 2005, quede plasmado en una sentencia judicial. Según aquella decisión, los niños se quedaban en la vivienda familiar, a la que los padres acudían en semanas alternas. Sin embargo, la situación cambió con la venta del piso, en marzo de 2006, cuando la mujer se negó a que fueran los menores quienes pasaran una semana con ella y otra con su ex marido.
Al tramitar el divorcio, la madre pidió la guardia y custodia, que le otorgó una juez de Gavà (Barcelona) el pasado mes de julio. Joan Carles Castañé recurrió esa decisión y espera un pronunciamiento judicial inminente.
En la sentencia de divorcio, la juez de Gavà hace varias consideraciones para justificar su decisión. Se refiere a que el régimen compartido requiere una buena relación entre los padres, «que en este caso dista de ser lo suficientemente fluida (...) pues los padres han protagonizado algún incidente por la custodia».
Alude también la sentencia a la corta edad de la niña, que «requiere evidentemente un plus de cuidados», y a la minusvalía del padre. «Aun suponiéndole simplemente un problema de movilidad que no le afecta para trabajar, lo cierto es que debe sentirse en la ya de por sí difícil tarea de cuidar a dos niños de cortas edades». La juez añade que, «por ello, no sorprende que, de no haberle sido concedida la custodia compartida, no haya reclamado ésta para sí».
Castañé, de 46 años, padece una cojera desde que a los 13 se vio afectado de polio, lo que no impide que se haya convertido en un laureado nadador paralímpico. Seis medallas, entre ellas dos de oro, figuran en el palmarés de este hombre que ha elegido «ser padre libremente» y que no quiere ser sólo «un papá de visitas». «Me quitan las niñas por ser cojo», dijo.
Joan Carles Castañé avala su pretensión de seguir teniendo semanas alternas a sus hijos con frases como ésas, aunque no se cansa de reconocer que su ex mujer «es una buena madre» y que sus hijos «tienen el mismo derecho a estar con los dos», motivo por el cual no ha pedido la custodia para él. Este hombre antepone a la estabilidad física de sus hijos en un solo domicilio, la emocional que les comportará vivir con los dos.
Una cojera que no le limita
En cuanto a su minusvalía, uno de los puntos esgrimidos en la demanda donde su ex mujer reclamaba la custodia de sus hijos, afirma que no supone el menor inconveniente. Recuerda que ha presentado dos certificados médicos donde se recoge que eso «no le limita una correcta funcionalidad en la vida familiar».
«Si estoy tan imposibilitado, ¿no es es una irresponsabilidad que haya estado con mis hijos 45 días este verano pasado?», se pregunta Joan Carles Castañe. Y consciente de que su situación física no es el único ni principal argumento de la juez para haber dado la custodia de sus hijos a su ex mujer, admite que no está mal que se haya conocido este detalle porque le está permitiendo decir cosas que otros hombres separados no pueden decir.
Desde esa tribuna denuncia: «En el 95 por ciento de los casos de divorcio, la custodia se otorga a la mujer. Se están haciendo fotocopias de sentencias sin mirar las condiciones y las circunstancias de cada caso». Él quiere que eso cambie.


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http://www.abc.es/20071109/sociedad/quedo-ninos-cojo_200711090255.html