viernes, 26 de octubre de 2007

Seis años sin salir de casa por estar en una silla de ruedas

Joaquín Mora Mendoza no sale de su casa desde hace seis años, el mismo tiempo que lleva como usuario de silla de ruedas. Vive en la capital onubense con su mujer y su hijo en un piso pequeño que ahora le parece demasiado grande.

No tiene ascensor por lo que la única forma de salir a la calle es bajando las escaleras, una tarea imposible para Joaquín ya que necesita la ayuda de tres personas para llevarlo hasta el portal.

Pero las verdaderas dificultades del día a día las encuentra en su propia casa. Los pasillos son tan estrechos que tiene que pasar, en muchas ocasiones, rozando la pared y cuando consigue llegar a la puerta de su dormitorio tiene que entrar de espaldas, la silla de ruedas no cabe de otra forma.

Tiene que hacer sus necesidades físicas en su dormitorio porque la silla no cabe por la puerta del bañoJoaquín cuenta que "me siento invisible, estoy encerrado en vida. Estoy en unas condiciones vergonzosas para cualquier persona y lo único que pido es poder seguir con mi vida dignamente".

Y es que la silla de Joaquín no cabe por la puerta del cuarto de baño. Tiene que hacer sus necesidades físicas en el dormitorio y cada día su mujer tiene que ayudarlo a asearse durante más de una hora.

Desde hace algo más de un año, tiene ordenador y conexión a Internet y es a través de la red desde donde se abre al mundo exterior. Joaquín participa en los foros, sigue la actualidad de Huelva y envía correos electrónicos a todos los cargos y autoridades que conoce para contar su problema. En muchas ocasiones, no recibe respuesta.

Joaquín dice que lo peor es el aislamiento y la sensación de abandono
Han solicitado ayuda al Ayuntamiento de Huelva y a la Junta de Andalucía pero, según Joaquín, "se tiran la pelota unos a otros y nadie asume sus competencias". También han pedido la adaptación de su piso por su discapacidad y se la han denegado. Su mujer comenta que, además, han solicitado varias veces que les faciliten el acceso a un piso adaptado pero hasta ahora no ha sido posible.

Joaquín dice que lo peor es el aislamiento y la sensación de abandono: "no voy al médico desde que estoy en esta situación porque ya estoy perdiendo mi vida".

http://www.20minutos.es/noticias/295752/0/discapacitado/recluido/casa/