lunes, 10 de septiembre de 2007

Por mi compañera y amiga ROSA SEGRELLES

BLANCA NICASIO
VALENCIA. Rosa Segrelles volvía a su ciudad, Valencia, tras pasar unas tranquilas vacaciones en Málaga para incorporarse a su rutina laboral. No se esperaba que el viaje de regreso en tren se iba a convertir en su peor pesadilla.
Rosa, postrada desde hace más de 30 años en una silla de ruedas, solicitó a Renfe que durante el trayecto Málaga-Valencia, cuya duración es de nueve horas, el tren parara en dos estaciones para poder ir al aseo, ya que los servicios del convoy no están adaptados. En Málaga, le confirmaron que los descansos serían en Linares y Albacete. A pesar de ello, cuando el tren se detuvo en la localidad jiennense, el jefe de estación impidió que se bajara la plataforma alegando falta de personal.
Nerviosa por el trato recibido, decidió llamar al 112 para reclamar que acudiera la Policía, pero el jefe de estación ordenó que el tren continuara el recorrido. Tras siete horas de trayecto, no pudo contenerse, y ocurrió lo inevitable con la consiguiente humillación.
«He tomado la decisión de hacer una reclamación judicial hasta las últimas consecuencias, voy a denunciar lo ocurrido porque me han degradado como persona», lamentó Rosa. «Yo tenía una necesidad y he avisado con tiempo, exijo una solución a lo ocurrido porquesomos muchos los discapacitadas que utilizamos este medio de transporte y no es justo que nos traten así», manifestó.
Además, denunció la falta de adaptación en los trenes de largo recorrido. «Solamente hay una plaza para discapacitados, los pasillos son muy estrechos y no caben las sillas, por eso la llevo toda rascada y rota y es imposible utilizar los servicios». El día 15, en la calle Atocha de Madrid, se manifestarán en contra de este tipo de discriminaciones y en defensa de la adaptación de los trenes y otros medios de transporte a sus necesidades.
FUENTE
http://valencia. abc.es/20070909/ valencia- valencia/ NAC-VAL-VAL- 156902_200709090 243.html