martes, 17 de julio de 2007

¡ver para creer! pobres chicos....

Bagdad. (Europa Press).- Las milicias de Al Qaeda en Iraq están utilizando a niños con discapacidad mental para cometer atentados suicidas, en algunos casos tras ser entregados por sus propias familias y en otros después de ser secuestrados por los propios insurgentes, según informaron fuentes locales citadas por la agencia de noticias de Naciones Unidas, IRIN.

Decenas de niños discapacitados mentales están siendo utilizados por los insurgentes en sus combates contra las tropas del Gobierno y de Estados Unidos, según la agencia.

Según un portavoz del Ministerio del Interior, Jalid Sami, citado por IRIN, dos niños fueron utilizados por Al Qaeda el pasado 21 de marzo en un atentado suicida contra un mercado del barrio de Adhamiyah, en Bagdad. "Los pusieron en la parte de detrás de un vehículo junto con otros dos adultos que iban delante", explicó el portavoz.

"Cuando llegaron al mercado, los adultos dejaron el automóvil con los niños en su interior y detonaron una bomba colocada en el vehículo, que causó la muerte de los niños y de otros cinco iraquíes", añadió. "No consta que estos niños tenían problemas mentales y estoy seguro de que no sabían lo que hacían allí", aseveró Sami.

Por su parte, los responsables de una organización no gubernamental local aseguraron a IRIN (bajo anonimato por temor a su seguridad) que han recibido numerosos informes sobre el uso de niños con discapacidad mental en ataques de las milicias, sobre todo en ciudades como Diyala, Ramadi y Faluya.

"Algunos niños fueron entregados por sus familias, pero muchos otros fueron secuestrados por los insurgentes cuando se enteraron de que tenían problemas mentales, incluso a la puerta de sus casas o de sus colegios", explicaron estas fuentes.

"Hemos registrado muchos casos de desapariciones de niños con problemas mentales, y según informaciones que hemos obtenido en la provincia de Anbar estos niños están actuando con los insurgentes", añadieron.

Aparte, algunos niños que quedaron huérfanos tras la invasión estadounidense en 2003 se han unido a las filas de la insurgencia como espías. "Se les ordena establecer relaciones con la población local para obtener información, y algunos otros son utilizadas en maniobras de distracción en ataques con bomba de los insurgentes", prosiguió un portavoz de la ONG. "Al menos 12 niños han muerto en este tipo de operaciones, debido a que no les dio tiempo a huir cuando explosionaron las bombas", añadió.

En su informe, IRIN cuenta el caso de Barak Muhamad (no es su nombre real), un joven iraquí de 13 años de edad con discapacidad mental que fue vendido por su padre a las milicias de Al Qaeda para cometer atentados suicidas.

"No tengo madre y nunca he ido al colegio", declaró Barak Muhamad a reporteros de la agencia. "Me hubiera gustado ir al colegio como mis otros hermanos, pero se me consideraba diferente. Mi padre siempre me decía que yo era un error en su vida, un chico que únicamente causaba gastos y problemas", prosiguió.

El padre vendió a Barak a la célula de Al Qaeda en Iraq por 10.000 dólares con los que mantener a los otros cinco hijos. En la actualidad, el joven está recibiendo entrenamiento para combatir a las tropas estadounidenses y gubernamentales iraquíes.

"Estoy ayudando a personas que dicen que son de Al Qaeda, que combaten a gente que han ocupado Iraq, y me han dicho que si hago bien mi trabajo, Dios me protegerá y me convertirá en un chico sano", explicó. Los milicianos le han prometido, añadió, que pronto podrá reunirse con su madre en el cielo.

Cargado con un fusil de asalto Kalashnikov, Barak acompaña a la resistencia islámica durante sus ataques nocturnos y en ocasiones comete acciones que sirven para desviar la atención de las fuerzas norteamericanas e iraquíes y facilitar así los ataques de Al Qaeda.

Abu Ahmed, quien se presentó como portavoz de Al Qaeda en Iraq e instructor de Barak, aseguró que los milicianos le van a llevar a una vida mejor. "Estamos haciendo un favor a Barak, le estamos dando la oportunidad de ser útil y no sufrir los golpes que a diario le daba su padre", explicó.

"Aquí, con nosotros, recibe lecciones sobre el islam, pronto será un buen guerrero y puede que algún día cometa un ataque suicida con bomba en nombre de Dios", prosiguió Ahmed.
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Bagdad. (Europa Press).- Las milicias de Al Qaeda en Iraq están utilizando a niños con discapacidad mental para cometer atentados suicidas, en algunos casos tras ser entregados por sus propias familias y en otros después de ser secuestrados por los propios insurgentes, según informaron fuentes locales citadas por la agencia de noticias de Naciones Unidas, IRIN.

Decenas de niños discapacitados mentales están siendo utilizados por los insurgentes en sus combates contra las tropas del Gobierno y de Estados Unidos, según la agencia.

Según un portavoz del Ministerio del Interior, Jalid Sami, citado por IRIN, dos niños fueron utilizados por Al Qaeda el pasado 21 de marzo en un atentado suicida contra un mercado del barrio de Adhamiyah, en Bagdad. "Los pusieron en la parte de detrás de un vehículo junto con otros dos adultos que iban delante", explicó el portavoz.

"Cuando llegaron al mercado, los adultos dejaron el automóvil con los niños en su interior y detonaron una bomba colocada en el vehículo, que causó la muerte de los niños y de otros cinco iraquíes", añadió. "No consta que estos niños tenían problemas mentales y estoy seguro de que no sabían lo que hacían allí", aseveró Sami.

Por su parte, los responsables de una organización no gubernamental local aseguraron a IRIN (bajo anonimato por temor a su seguridad) que han recibido numerosos informes sobre el uso de niños con discapacidad mental en ataques de las milicias, sobre todo en ciudades como Diyala, Ramadi y Faluya.

"Algunos niños fueron entregados por sus familias, pero muchos otros fueron secuestrados por los insurgentes cuando se enteraron de que tenían problemas mentales, incluso a la puerta de sus casas o de sus colegios", explicaron estas fuentes.

"Hemos registrado muchos casos de desapariciones de niños con problemas mentales, y según informaciones que hemos obtenido en la provincia de Anbar estos niños están actuando con los insurgentes", añadieron.

Aparte, algunos niños que quedaron huérfanos tras la invasión estadounidense en 2003 se han unido a las filas de la insurgencia como espías. "Se les ordena establecer relaciones con la población local para obtener información, y algunos otros son utilizadas en maniobras de distracción en ataques con bomba de los insurgentes", prosiguió un portavoz de la ONG. "Al menos 12 niños han muerto en este tipo de operaciones, debido a que no les dio tiempo a huir cuando explosionaron las bombas", añadió.

En su informe, IRIN cuenta el caso de Barak Muhamad (no es su nombre real), un joven iraquí de 13 años de edad con discapacidad mental que fue vendido por su padre a las milicias de Al Qaeda para cometer atentados suicidas.

"No tengo madre y nunca he ido al colegio", declaró Barak Muhamad a reporteros de la agencia. "Me hubiera gustado ir al colegio como mis otros hermanos, pero se me consideraba diferente. Mi padre siempre me decía que yo era un error en su vida, un chico que únicamente causaba gastos y problemas", prosiguió.

El padre vendió a Barak a la célula de Al Qaeda en Iraq por 10.000 dólares con los que mantener a los otros cinco hijos. En la actualidad, el joven está recibiendo entrenamiento para combatir a las tropas estadounidenses y gubernamentales iraquíes.

"Estoy ayudando a personas que dicen que son de Al Qaeda, que combaten a gente que han ocupado Iraq, y me han dicho que si hago bien mi trabajo, Dios me protegerá y me convertirá en un chico sano", explicó. Los milicianos le han prometido, añadió, que pronto podrá reunirse con su madre en el cielo.

Cargado con un fusil de asalto Kalashnikov, Barak acompaña a la resistencia islámica durante sus ataques nocturnos y en ocasiones comete acciones que sirven para desviar la atención de las fuerzas norteamericanas e iraquíes y facilitar así los ataques de Al Qaeda.

Abu Ahmed, quien se presentó como portavoz de Al Qaeda en Iraq e instructor de Barak, aseguró que los milicianos le van a llevar a una vida mejor. "Estamos haciendo un favor a Barak, le estamos dando la oportunidad de ser útil y no sufrir los golpes que a diario le daba su padre", explicó.

"Aquí, con nosotros, recibe lecciones sobre el islam, pronto será un buen guerrero y puede que algún día cometa un ataque suicida con bomba en nombre de Dios", prosiguió Ahmed.