domingo, 6 de abril de 2008

UNICEF señala, pese progresos, todavía falta mucho para generación libre sida

La posibilidad de ver una generación libre de sida es todavía algo lejano, admitió hoy el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), que sí subrayó que son cada vez más las mujeres embarazadas y los niños seropositivos que reciben tratamiento médico.

La agencia especializada de Naciones Unidas, con sede en Nueva York, divulgó hoy su informe 'Infancia y sida', en el que revisa los avances desde octubre de 2005, cuando realizó un llamamiento para combatir el impacto del virus VIH entre los niños.

'Hasta hoy, los niños y los jóvenes no conocen un mundo libre de sida', dijo la directora ejecutiva de Unicef, Ann M. Veneman, que recordó que todavía son 'miles' los niños que cada año pierden la vida, y 'millones los que han perdido a sus padres y a sus cuidadores'.

'Los niños deben de estar en el centro de la agenda global de la lucha contra el sida', afirmó Veneman.

En el documento, de 52 páginas y elaborado con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se analizan los avances y los desafíos que permanecen en la prevención de la transmisión del virus de madres a hijos, así como entre jóvenes y adolescentes, tratamiento pediátrico y asistencia a los que lo padecen en los países de ingresos medios y bajos.

Los datos de Unicef muestran que de los 33,2 millones de personas que en 2007 estaban infectadas por ese virus, 2,1 millones son niños menores de 15 años.

Además, el pasado año hubo 420.000 nuevos casos de niños infectados por VIH y 290.000 muertes, siendo el Africa subsahariana la región en la que se concentran el 90 por ciento de los casos en la infancia.

En esa región, los huérfanos por sida se han duplicado entre 2000 y 2007, en que los afectados son 12,1 millones de niños y jóvenes.

La mayor parte de los niños que padecen ese virus resultaron infectados durante el embarazo y en su nacimiento, o mientras son amamantados, recuerda Unicef, que también señala que el 50 por ciento de los bebés en esa situación 'mueren antes de los dos años'.

Las estadísticas muestran también que en 2007, el 40 por ciento de las nuevas infecciones fueron entre jóvenes de 15 a 24 años, y que ese es un grupo de población en el que hay 5,4 millones de jóvenes que lo padecen y de ellos 3,1 millones son mujeres.

Para combatir el problema, el Fondo de la ONU para la Infancia en cooperación con la cadena de televisión MTV produce en América Latina y el Caribe, por ejemplo, el programa 'Sexpress Yourself', una emisión de una hora en la que los jóvenes hablan abiertamente sobre sexo, sexualidad, roles de género y sida.

En Latinoamérica, según Unicef, hay 140.000 chicas de entre 15 y 24 años infectadas por el VIH, y 280.000 varones de esa edad.

Unicef constata progresos en los países de ingresos bajos y medios, en donde la proporción de embarazadas que reciben tratamiento con antirretrovirales ha pasado del 10 por ciento en 2004 al 23 en 2006.

En el sur y el este de Africa, las embarazadas que reciben esa profilaxis ha pasado del 11 al 31 por ciento en las mismas fechas.

Además, en esos países había 127.300 niños seropositivos en 2006 que recibían medicinas antirretrovirales, frente a los 75.000 en 2005, un avance al que se añade un declive en la prevalencia del sida entre las mujeres embarazadas con edades entre los 15 y los 24 años.

El documento también destaca que uno de los países africanos que más ha avanzado en esa lucha es Botsuana, donde solo el 7 por ciento de los recién nacidos de mujeres con el VIH resultan infectados, frente al 35-40 por ciento de hace pocos años.

Según datos de Unicef, los países que en 2006 proporcionaban medicamentos al 48 por ciento de las embarazadas en esa situación eran Argentina, Barbados, Bielorrusia, Benim, Bután, Botsuana, Brasil, Burkina Faso, Cuba, Fiyi, Georgia, Jamaica, Kenia, Moldavia, Namibia, Rusia, Ruanda, Sudáfrica, Suazilandia, Tailandia y Ucrania.

El documento también destaca como progreso la cooperación establecida entre países, entre ellas la iniciativa de Brasil de poner en marcha un mecanismo de asistencia a otras naciones en desarrollo para promover el acceso a las primeras líneas de tratamiento.

De ese programa de asistencia brasileño, que cuenta con el apoyo de Unicef y de ONUSIDA, ya se benefician países como Bolivia, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Nicaragua, Paraguay, Sao Tome y Príncipe, y Timor Oriental.



Terra Actualidad - EFE
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