jueves, 9 de agosto de 2007

¡ver para creer! Un impuesto a los discapacitados y a la maternidad

RAFAEL BRINES

Cuando en España se acaban de aprobar unas normas para la dependencia, de ayuda a quien necesite apoyo, y otras para recompensar a la madres cuyos hijos hayan nacido en este año, hemos visto cómo una compañía aérea extranjera sanciona tanto a los inválidos como a las madres de bebés.
Ha ocurrido y lo hemos comprobado recientemente en el aeropuerto de Manises. Un vuelo de la compañía irlandesa Raynar, con destino a Londres, presentaba largas colas para acceder al embarque. Y un hombre con deficiencia en las piernas, con su bastón de apoyo, y una mujer que portaba un niño de pocos meses en brazos pretendieron un trato un poco especial para acceder al aparato sin necesidad de soportar la cola.
Pero los empleados de tomar la tarjeta de embarque no lo permitieron. Primero, los interesados -o necesitados- tenían que llevar un tique de priority, de decir, de preferencia de paso. Y, al preguntar cómo se conseguía tal privilegio, respondieron que tenían que haberlo solicitado a la hora de pedir en ventanilla la tarjeta de embarque. ¿Requisito para ello? No, no había que presentar certificado alguno. Bastaba con... pagar tres euros a cambio de una cartulina amarilla que les permitía pasar por delante de los cojos y los bebés.
Fuerte contraste de una firma extranjera en un país democrá­tico.
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