jueves, 3 de junio de 2010

Preocupación por los inmigrantes y refugiados en Sudáfrica

ALERTA DE MEDICOS SIN FRONTERAS...

La organización Médicos Sin fronteras (MSF) ha denunciado este miércoles los riesgos a los que se enfrentan miles de inmigrantes y refugiados tanto a su entrada como durante su estancia en Sudáfrica, y señaló como motivos de especial preocupación la violencia sexual en la frontera, los ataques xenófobos y el acoso policial.

En la región de Musina --donde, de media, al menos 300 personas solicitan asilo diariamente--, MSF ha sido testigo desde comienzos de 2010 de un importante número de ataques, robos y violaciones perpetradas por bandas violentas a ambos lados de la frontera.

El riesgo de sufrir agresiones sexuales es verdaderamente alto y una muestra de ello es que MSF ha tratado a 120 supervivientes de este tipo de violencia en los primeros cinco meses del año. A pesar de que las autoridades sudafricanas alegan que las violaciones se producen en la zona zimbabuense de la frontera, la organización ha constatado que el 83 por ciento de los casos de violencia sexual de los últimos tres meses tuvieron lugar en el lado sudafricano.

En Johannesburgo, donde MSF atiende un promedio de 2.300 consultas mensuales, sus pacientes siguen enfrentándose al grave riesgo que plantean el hacinamiento al que se ven sometidos y las condiciones de insalubridad en las que tienen que vivir. Alrededor de 2.000 personas se siguen alojando en la Iglesia Metodista Central y unos 30.000 más ponen en riesgo su salud y su seguridad en edificios abandonados que a menudo carecen de agua, luz o de los servicios sanitarios más básicos.

Al menos en cuatro ocasiones en un período de siete meses, miles de habitantes de estos edificios (que albergan hasta a 1.500 personas) fueron expulsados a la calle por compañías de seguridad privadas cuyos empleados no dudan en emplear la violencia ante la pasividad de la Policía, según MSF. Estas personas se quedan en la calle sin poder tener acceso a los servicios de saneamiento más básicos y no se les permite recoger sus pertenencias.

En junio de 2009, MSF publicó un informe en el que daba la voz de alarma sobre la precaria situación sanitaria de los inmigrantes en Sudáfrica, la mayor parte zimbabuenses, que luchaban por sobrevivir en los márgenes de la sociedad sudafricana. Hoy, transcurrido casi un año, su situación sigue siendo desesperada y, en gran medida, ignorada.

SITUACIÓN "TERRIBLEMENTE DURA"

"¿Qué ha cambiado para todas estas personas durante este año? Muy poco. Se siguen jugando la vida para cruzar la frontera, sufren un número espantoso de violaciones a manos de las bandas, y luego tienen que afrontar la inseguridad de su estatus dentro del país. Muchos van a Johannesburgo, pero la vida que encuentran allí sigue siendo una amenaza para su salud", señaló el coordinador general de MSF en Sudáfrica, Mickael Le Paih.

Privados del acceso a una atención sanitaria básica y de un refugio temporal, la vida de los migrantes y los refugiados en Suráfrica sigue siendo terriblemente dura y permanece bajo constate amenaza, lamentó la organización en un comunicado.

Como principales recomendaciones, MSF señala que las autoridades deben abordar el problema de la violencia sexual, así como el reconocimiento mediante la concesión de estatus formal a los zimbabuenses. Asimismo, señala que es fundamental mejorar el acceso de las poblaciones vulnerables a la atención primaria.

Fuente:
http://www.europapress.es/