viernes, 22 de febrero de 2008

Autismo Melilla comienza a dar sus primeros pasos en la ciudad

La asociación tiene como objetivo cubrir las necesidades de personas autistas, que en Melilla se cifran en 105 o 110, según el presidente de la entidad
La asociación Autismo Melilla ha empezado a rodar recientemente con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con autismo y de sus familias. Este desorden en España afecta a trece ciudadanos por cada 10.000 habitantes, lo que significa que en Melilla hay más de 100 afectados.
El presidente de la entidad, Nicolás Fernández, explicó que los autistas tienen necesidades “muy específicas y diferentes” a las de otras personas con discapacidad intelectual. Esto se debe a que tiene dos áreas muy afectadas: la de socialización –no tienen necesidad de relacionarse con otras personas ni de compartir sentimientos– y la de comunicación.
Estas afecciones se traducen en problemas de conductas, puesto que son incapaces de expresar qué quieren y es “complicado” enseñarles algo. Un hecho que se agrava con la escacez de estudios sobre el autismo, lo que significa que los profesionales docentes, médicos y psicólogos “van aprendiendo sobre la marcha”.
Fernández comentó que la formación se da fuera de Melilla y que es difícil que la gente se desplace para recibirla. Por eso, la asociación que vengan especialistas en autismo para formar a los docentes, médicos y psicólogos y a voluntarios.
Por otro lado, Fernández remarcó la importancia de la educación individualizada porque es lo único que ayuda a mejorar a estos enfermos. El problema –continuó– es que las horas contempladas en el Sistema Educativo y las que ofrece el Imserso con la atención temprana “no son suficientes”. Al hilo, aclaró que las asociaciones peninsulares de este tipo se dedican, entre otras cosas, a desarrollar actividades manipulativas, de logopedia y para centrar la atención.
A los inconvenientes anteriores se suma la falta de oferta de ocio para este grupo de personas, dado que no encajan en ninguna actividad porque no aguantan disciplina de grupo, porque los profesionales no saben tratarlos y porque tienen intereses “muy restrictivos”. “Interesaría que personas que supieran de autismo favorecieran ese ocio de forma que se lo pasaran bien y pudieran adquirir capacidades”, matizó.
Fernández no pasó por alto cómo se ven afectados los familiares por el autismo, que se diagnostica al año y medio o a los dos años, tras pasar por muchas comprobaciones. De ahí que la entidad quiera hacer un punto de encuentro de familias para compartir vivencias y recibir asesoramiento de profesionales.

Reunión

Fernández se reunió ayer, junto a otros miembros de la asociación, con el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, para explicarle los objetivos de Autismo Melilla y para solicitarles un local, ya que de momento sólo disponen de un correo electrónico – autismomelilla@hotmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla – para atender las consultas.
La idea es tener un local con dos dependencias, una para recibir a las personas que recurran a la asociación y otra destinada a la oficina.
Marín se comprometió a dar prioridad a esta demanda, aunque actualmente será difícil cederles un espacio debido a la escasez de locales. No obstante, habló de la posibilidad de subvencionar a Autismo Melilla el alquiler de una dependencia para que puedan desempeñar sus funciones.
Asimismo, el vicepresidente les informó de que en breve se abrirá el plazo para que las entidades opten a una subvención de Bienestar Social.

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