miércoles, 9 de julio de 2008

Luis Montes reclama al Gobierno que someta la eutanasia a un referendum

El anestesista cree que es el momento de abrir el debate porque la sociedad «está madura» ’eclama que sea el ciudadano el que decida, y no los partidos políticos

El derecho a la «muerte digna» no tiene que ver con la religión. Es la postura del ex equipo del Hospital Severo Ochoa.

J. López
madrid- Luis Montes se ha convertido en el adalid de la muerte digna en España. En el ejercicio de su nueva función, el que fuera jefe de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) reclamó ayer que la eutanasia sea sometida a referéndum y no dependa de la voluntad de los partidos políticos en el poder, sino de la de los ciudadanos: «Un tema tan fundamental, como lo es el derecho a decidir sobre nuestra muerte, tiene que ser debatido y decidido por una consulta popular», dijo ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, donde dirige el seminario «Muerte digna, asistencia ante la muerte».
Frente a quienes aseguran que no toca hablar de eutanasia porque «la sociedad no está madura», el anestesista argumentó que «igual no estamos preparados porque no ha habido un debate previo», y ha retado a los partidos políticos a no demorarlo. «Hay que poner fechas a ese debate, porque si no, no lo vamos a tener nunca», informa Efe.
En su opinión, tras la Ley de Autonomía del Paciente -aprobada en 2002- hay que «dar el siguiente paso», bien a través de una iniciativa legislativa o a través de «la verdadera discusión», es decir, realizar un debate y después una consulta.
Montes compareció ante los medios junto a sus compañeros del Severo Ochoa, Joaquín Insausti, responsable de la Clínica del Dolor del hospital de Leganés, y Frutos del Nogal, ex jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de dicho centro, que respaldaron la opinión de su colega: «Todavía no se ha dejado hablar a los ciudadanos sobre esta cuestión, sino que los partidos políticos han acorralado el debate», dijo Del Nogal.
Por su parte, Joaquín Insausti, agregó que «lo deseable, y lo que hay que procurar, es alcanzar el mayor consenso social posible aunque, a su parecer, está claro que hay gente que no está por el consenso».
Una decisión aconfesional
En este sentido, defendió que el derecho a una muerte digna no tiene que ver con la religión sino que se trata de una «decisión individual de cada uno». Aun así, afirmó que todas las opiniones en torno a la eutanasia son «respetabilísimas», aunque procedan de una minoría».

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