MERCEDES CONTRERAS I MADRID. Viernes, 19-09-08
Desde la estación de Cercanías de Pinar de Las Rozas hasta el Hospital de Puerta de Hierro, inaugurado sólo hace unos días en Majadahonda. Ése es el trazado que llevará el futuro Metro Ligero que, con sus 14,3 kilómetros, unirá dos de las grandes poblaciones del noroeste de la región.
El proyecto, redactado por la Consejería de Infraestructuras y Transportes, que dirige José Ignacio Echeverría, incluye 24 paradas con un trazado que comenzará en la zona sur de Majadahonda, concretamente en la Avenida de la Oliva para llegar a este Hospital que va a dar servicio a 550.000 habitantes de la zona noreste de la región. A continuación, las nuevas vías discurrirán por el casco urbano de la localidad para dar cobertura al polígono comercial y de ocio denominado El Carralero.
A partir de ahí, la línea continuará por la calle Morras para dirigirse hacia la avenida de España donde tendrá cinco estaciones para facilitar la movilidad de los usuarios del Instituto de Salud Carlos III, así como del Instituto de Enseñanza Secundaria Margarita Salas y a los vecinos que quieran llegar al Parque Colón.
Colegios cercanos
El tren ligero se adentrará luego en el término municipal de Las Rozas donde tendrá su primera parada muy cerca de la confluencia de la avenida de España y la calle de la Comunidad de Madrid. Con ello se pretende favorecer el traslado de los niños que acuden a los colegios situados en la cercanía.
Posteriormente, el trazado diseñado continúa por la vía de servicio de la M-505 para dar acceso a las zonas residenciales aledañas y, tras cruzar esa carretera, proporcionar conexión a la urbanización El Montecillo, el Colegio Gredos, el Polígono Európolis, el polideportivo municipal Dehesa Navalcarbón, así como al centro de ocio HeronCity y al centro comercial Las Rozas Village.
Por último, la nueva línea seguirá su camino por la avenida de Camilo José Cela para atender a importantes zonas comerciales para, al final, llegar hasta la estación de Pinar de Las Rozas, donde los viajeros podrán hacer un cambio en su sistema de transporte y conectar con el servicio de Cercanías de Renfe.
Previsión a Pozuelo
En el extremo opuesto del trazado queda, además, otra previsión todavía con un futuro más largo. Así, las dos primeras estaciones de Majadahonda, las situadas antes del Hospital Puerta de Hierro, servirán por el momento para recoger a la población de la zona pero, al mismo tiempo, crean la base de una posible prolongación futura de esta línea hasta llegar a la localidad de Pozuelo de Alarcón.
Está claro que el nuevo diseño no sólo beneficiará a los habitantes de las dos localidades afectadas, Majadahonda y Las Rozas, sino que podrá ser utilizado por otras muchas personas que se desplazan hasta la zona noroeste debido a la gran cantidad de centros de ocio y comerciales con que cuenta.
Tal vez este es uno de los motivos que ha llevado a la Consejería a elegir el Metro Ligero como medio de transporte, ya que es una modalidad que permite dotar al trazado de un mayor número de paradas de las que son habituales en el Metro convencional. Permite, por tanto, una mayor cobertura y flexibilidad en el trazado, además de ser un medio, como le gusta repetir a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, totalmente ecológico, accesible y seguro.
Otra de las causas es el tipo de urbanismo que rige en los alrededores de ambas poblaciones, con núcleos urbanos más diseminados. Esta modalidad de transporte público, que fue adoptada durante la pasada legislatura, es idónea para zonas de este tipo, con territorios muy extensos pero con una densidad de población media.
Para la Consejería, la inclusión de esta nueva línea consolida al Metro Ligero como un medio de transporte básico dentro de la red general, al tiempo que suma a la Comunidad de Madrid a un gran número de ciudades europeas que ven en él un medio imprescindible para su movilidad.
A información pública
Los plazos de la construcción de la futura línea, aunque estén dentro de la legislatura, no se conocen todavía. Por el momento, el proyecto ha estado expuesto en los ayuntamientos de los dos pueblos afectados para permitir que tanto las instituciones como los particulares presentaran las alegaciones que consideraban oportunas. Así, todo aquel que haya pensado que el trazado elegido le perjudicaba de algún modo ha tenido la oportunidad de hacerse oír.
Ahora, con el plazo ya cerrado, le corresponde a los técnicos de la Consejería de Infraestructuras y Transportes estudiar las alegaciones o propuestas realizadas con el fin de incorporar al proyecto de construcción definitivo aquellas que crean oportunas. Por tanto, este proyecto inicial puede tener alguna pequeña modificación.
Una vez con el proyecto en la mano, la Comunidad de Madrid convocará un concurso para elegir la concesionaria privada que construya y mantenga la nueva línea y que, naturalmente, pague los 334 millones de euros previstos como coste de las obras.
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