En León, cualquiera puede comprar estas viviendas de uso restringido a ancianos
Proporcionan los servicios de un hotel y la independencia del hogar de toda la vida
VÍDEO-REPORTAJE: MARIO VICIOSA
JORGE SALIDO COBO
MADRID.- En una época donde todo el mundo habla del problema del acceso a una vivienda digna para los jóvenes, pocos se miran hacia el lado opuesto, las personas mayores. Varias empresas españolas han centrado parte de su negocio en este punto y desde hace años gestionan apartamentos en régimen de alquiler y compra dirigidos a ancianos. Eso sí, con todo tipo de servicios incluidos. Estas viviendas reúnen las comodidades de un hotel y el trato personalizado de cualquier pequeño pueblo.
Estas casas se mantienen al margen de expresiones como "boom inmobiliario" o "especulación". "La enorme subida de precios que han experimentado los pisos en los últimos años no ha tenido ninguna repercusión en este sector", declara Charo Gutiérrez, directora del Centro Ballesol. No por ello podemos hablar de alquileres al alcance de cualquiera. Si está interesado, debe saber que además de tener un buen bolsillo, también será expuesto a una valoración de su estado anímico. Todo sea por crear un ambiente de convivencia lo más cordial posible.
En Ballesol, en Madrid, un apartamento pequeño, de 25 metros cuadrados, cuesta 2.312 euros mensuales; uno mediano, de 30 metros, vale 2.601 euros; y uno grande, de 50 metros, 3.074 euros. En este último caso cabe la posibilidad de compartir (sólo con mujer, marido o familiares directos) abaratando el coste por inquilino a 1.994 euros. Estos precios incluyen multitud de servicios que Charo Gutiérrez nos enumera más abajo. Pero en este sector, cada día más de moda, el abanico de precios es bastante amplio dependiendo de la empresa y el emplazamiento. Roberto Rodríguez, del Grupo AMMA en Valladolid, nos habla de unos costes que van desde 450 euros al mes hasta 1.200 con todos los servicios incluidos. Este grupo ofrece desde estudios hasta viviendas de dos habitaciones pasando por apartamentos dobles.
Pensión completa, asistencia médica, lavado de ropa, arreglo del apartamento, garaje, capilla y un largo etcétera
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Este régimen de alquiler no es normal y de ahí su elevado coste. Llevan incluidos un conjunto de servicios que hacen posible una jubilación de lo más placentera y al mismo tiempo gozar de una independencia casi total como si uno viviera en su propia casa, pero con todas las tareas domésticas a cargo de terceros. "Pensión completa, asistencia médica, lavado de ropa, arreglo del apartamento, plaza de garaje y un largo etcétera están cubiertos con los desembolsos económicos mencionados", indica Gutiérrez, que define el centro como "un hotel, pero las comodidades y asistencia de una residencia común de ancianos". "Aquí la libertad es total, como si se tratara de un bloque cualquiera de viviendas", indica la directora de Ballesol.
Otra de las ventajas que tienen los apartamentos y que no existe en el alquiler común es que te dan la opción de que esté amueblado o no. De esta manera, te puede encontrar pisos con el mobiliario tipo y otros donde el inquilino había trasladado su salón y dormitorio de toda la vida. Viviendas en sí hogareñas no sólo para los arrendatarios sino también para los amigos, amigas y familiares que les visitan. Como es normal, cuentan con su cocina y diferentes electrodomésticos. Un podólogo, un médico, un psicólogo, un dentista y una peluquera son sólo otros de los muchos trabajadores especializados de los que disponen estos 'pequeños pueblos en bloque'. En el caso de Ballesol, en Madrid, existe hasta una capilla a disposición de los residentes.
Apartamento simple del Grupo AMMA.
Y si usted es de los que no tiene cultura de alquiler, Sanyres, otra de las empresas especializadas, ha ido más allá y ofrecerá en breve este tipo de apartamentos en venta en su complejo de León. "A la gente mayor lo de alquilar le parece que es tirar el dinero y de ahí que prefieran comprar una vivienda de éstas (de dos habitaciones y unos 60 metros cuadrados) por 100.000 ó 120.000", indica Paula Badanelli, directora de Marketing de Sanyres. "Cualquiera puede adquirir uno de estos pisos, pero hay que tener en cuenta que en ellos sólo podrán vivir personas mayores. Funciona como una vivienda normal y corriente, pero sus inquilinos deben cumplir unos requisitos. Un chaval puede adquirirlos y después alquilarlos a ancianos", aclara Badanelli. En este caso, el resto de servicios se contratarán aparte con el Centro.
Por el momento, ambas opciones, de alquiler o compra, están exclusivamente en manos privadas. ¿Quién sabe si el día de mañana el Gobierno va más allá de las actuales residencias de ancianos y apuesta por este tipo de casas subvencionadas para ancianos válidos y amantes de la independencia total? El problema de la vivienda no sólo es cosa de jóvenes, aunque sean los más afectados.
Fuente
http://www.elmundo. es/elmundo/ 2007/10/05/ suvivienda/ 1191603706. html