La Comunitat se encuentra a la cola en la aplicación de la ley de dependencia.En Navarra, 4.000 personas reciben ayudas desde hace más de tres meses.
Ser una persona dependiente y vivir en Navarra tiene más ventajas que serlo en Castellón. Al menos, desde el punto de vista de las ayudas y prestaciones económicas que contempla la Ley de Autonomía Personal, aprobada en diciembre del 2006. Mientras que en la Comunitat Valenciana el Consell y el Gobierno se han enzarzado en un cruce de acusaciones y reproches, en la inmensa mayoría de las regiones los grandes dependientes llevan varios meses recibiendo las ayudas. Castellón, y tal como publicó ayer Mediterráneo, se encuentra a la cola.
EL EJEMPLO DE NAVARRA Esta comunidad es, a mucha distancia, la que se encuentra más avanzada. En concreto, ya se benefician 3.927 personas. La mayoría, según se ha publicado en los medios de comunicación navarros, ha elegido la modalidad de cuidados en el entorno familiar, y por este concepto los grandes dependientes perciben una media de 489 euros mensuales, mientras que por la modalidad de contratación de persona o servicio, unos 657 euros mensuales.
Navarra es la primera pero no la única. En Andalucía aún no han finalizado las valoraciones, pero mientras acaban se ha dado luz verde para que 9.861 personas reciban alguna prestacion y más de 50 cuidadores cobren una ayuda de hasta 487 euros. Cantabria ha valorado más de la mitad de las solicitudes y ya reciben ayudas 1.394 personas --384 nuevos usuarios, y el resto disfrutaban de una plaza residencial ya consolidada--, mientras que en Extremadura son 3.000 los beneficiarios, a 2.900 de los cuales se les presta algún servicio y 100 reciben dinero.
En Asturias también han sido valorados como grandes dependientes 6.107 personas, de las que 500 ya están percibiendo alguna cantidad económica y 1.800 disfrutando de distintas prestaciones de servicios. Similares cifras son las que se manejan en Cataluña, País Vasco o Castilla la Mancha, donde hace meses que se hicieron públicas la cifra de grandes dependientes --los primeros en ser atendidos y que ya han comenzado a beneficiarse de la normativa estatal--.
Los deshonrosos últimos puestos de la lista los ocupan dos comunidades: Madrid y la Comunitat Valenciana. Aquí nadie ha recibido ni el dinero ni las prestaciones sociales, incumpliendo los plazos previstos.