La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (Famma-Cocemfe Madrid) ha instado a todas las autoridades responsables de velar por la seguridad de los usuarios de cualquier piscina o lugar de recreo acuático a mantener un correcto control sobre las instalaciones y las prácticas llevadas a cabo por los bañistas.
MARIBEL GONZÁLEZ. La federación advirtió en un comunicado de "las graves lesiones y discapacidades que se producen todos los años debido a la falta de prudencia de muchas personas" y recordó que anualmente el cinco por ciento de todas las lesiones medulares que se producen se deben a la denominada zambullida.
"Además de las carreteras, las playas, piscinas, ríos, embalses o cualquier simple poza son lugares donde se producen numerosos accidentes durante la época estival, que, en muchas ocasiones, comportan graves secuelas irreversibles para los afectados", añadió Famma- Cocemfe Madird.
Por este motivo, la federación insistió en que extremar las precauciones puede ayudar a reducir estas consecuencias, "ya que buena parte de los siniestros que ocurren en verano se deben al uso incorrecto de las instalaciones o a la falta de precaución, convirtiendo estos lugares de recreo en una fuente de ocio insegura que pueden derivar en una simple lesión a una tetraplejia para toda la vida".
EL CASO DE BENALMÁDENA
Ése es el caso de lo acontecido en Benalmádena (Málaga), cuando en 1990, un niño se tiró de forma imprudente en una piscina municipal y cayó sobre un joven que, a consecuencia de este hecho, quedó tetrapléjico, recordaron las personas con discapacidad física y orgánica de la Comunidad de Madrid.
Ahora, agregó la federación, 18 años después, el Tribunal Supremo ratifica la responsabilidad del ayuntamiento de esta localidad malagueña, puesto que "el socorrista que contrató permitía una práctica inadecuada y peligrosa" entre los bañistas, además de no encontrarse en su puesto de vigilancia en ese momento.
"Este último detalle propició que fueran los propios bañistas quienes, con mucho interés, pero pocos conocimientos, sacaran de forma incorrecta al afectado de la piscina, lo que pudo haber incrementado la gravedad de su lesión", añadió.
"Es evidente que los bañistas tienen la responsabilidad última de cuidar dónde se zambullen cuando se trata de una zona pública; sin embargo, en los espacios de baño debe existir siempre un equipo humano e instrumental que permita la práctica correcta de actividades de ocio en estos lugares", afirmó el presidente de Famma, Javier Font.
"Sería interesante que, en las piscinas o en las playas, se informara más profundamente a los usuarios" del peligro que se puede correr si no se toman las medidas adecuadas a la hora de zambullirse en el agua, apuntó Font.
"El impacto contra una superficie dura, como puede ser el suelo de la piscina u otro bañista, puede producir lesiones graves como conmoción cerebral, pérdida de memoria o habilidades motoras y los golpes en la espalda pueden provocar lesiones medulares de diversos grados que es posible que desencadenen en una discapacidad para siempre", finalizó Famma-Cocemfe Madrid.
Fuente:
cronicasocial.com