Casi todas las personas en algún momento de la vida se han sentido heridas por otra en determinada situación, ante esto lo ideal es que el ofendido se tome su tiempo para reflexionar y perdonar cuando así lo considere oportuno a fin de comenzar un proceso de sanidad interior.
El perdón es una decisión que sana las emociones negativas que han aparecido y es un acto meramente personal, es decir, la persona no debe ceder ante presiones externas o de otros pues debe hacerlo cuando esté preparado para ello y se sienta bien consigo mismo.
Aunque se perdone, el hecho que provocó tanto daño no se olvida por eso hay que trabajar los pensamientos negativos para que al menos esos recuerdos ya no generen tanto dolor y sean recordados pero no con tanto resentimiento.
“Uno no olvida, eso es una realidad, no se puede borrar el disco duro de nuestras mentas pero si uno perdona, cuando recuerdo ya no lo hago con enojo ni frustración porque ya la herida ha sanado, el perdón brinda la posibilidad de seguir sano. Perdonar es un trabajo continuo, perdono pero tengo que trabajar todos los días en esa sanidad y no permitir que mi corazón se llene de amargura”, afirmó la psicóloga.
“El perdón es una muestra de tolerancia que apuesta a la paz mental y emocional, el que no perdona pierde porque vivo en un sentimiento destructivo que se puede somatizar pero el perdón implica cerrar el capítulo lo cual es lo más saludable”, aseguró Hernández.
Es un fragmento de un articulo de la psicologa Marielos Hernandez
sacado de :
http://www.cnree.go.cr/datos/datosmonitoreo/noticiasf.htm