lunes, 19 de noviembre de 2007

Me siento mas humano desde que acompaño a personas con discapacidad

JUAN JIMÉNEZ, PREMIO SOLIDARIDAD DE FAMMA
"DESDE QUE ACOMPAÑO A PERSONAS QUE TIENEN DISCAPACIDAD, ME SIENTO MÁS HUMANO"

YOLANDA TÉLLEZ

Madrid, 25 de octubre.- Juán Jiménez ha sido premiado, en la categoría de Solidaridad, por la Federación se Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA), por "su abnegada dedicación" como voluntario de la asociación, donde se dedica a acompañar a personas con discapacidad.

Estar en compañía suele resultar, en la mayoría de los casos, algo grato, pero sobre todo bastante común. Sin embargo, para algunas personas el hecho de poder compartir un momento con alguien, se puede convertir en un hecho inolvidable.

Quizá esto fuera lo que pensara Juan Jiménez cuando decidió hacerse voluntario de FAMMA. Lo que está claro, es que su decisión, tomada hace cerca de dos años, no sólo cambiaría su vida, sino también la de otras personas.

La historia comenzó hace aproximadamente siete años cuando Juán acudía al hospital, al encontrarse su padre ingresado. Allí, pudo ver a enfermos que vagaban solos por los pasillos, cosa que llamó su atención. Cinco años después, Gema, amiga de su hija y componente de FAMMA, le proponía, en una sobremesa, la posibilidad de que ayudase a las personas discapacitadas haciéndose voluntario. Juán no lo dudó y a día de hoy, se siente muy orgulloso de aquella decisión. "Me llena un tiempo que estaba perdido y me da bastante satisfacción, nos señala.

Vecino del barrio madrileño de Aluche, aunque nacido en Villanueva del Campillo (Ávila), prejubilado y gran aficionado al deporte, comparte su tiempo libre haciendo compañía a personas con discapacidad. Andrés o José, son algunos de los que disfrutan de ella pero sobretodo es Lydia, la que mayor tiempo pasa con él.


Rutas según el ánimo

Lydia es una mujer de 40 años que sufre esclerosis múltiple desde que tenía diez, lo que le ha provocado una dependencia total de los demás. Dos días a la semana (que él espera con ansiedad), Juán acude a su casa a buscarla y dan un paseo por la ciudad. Entre sus rincones favoritos, el Parque del Cerro Almodóvar, donde ambos se deleitan mirando como otros juegan a la petanca. "Es un cita que nunca falta en nuestros planes", añade. Tomar un café, ir de compras... se suman a sus rutas, que dependen del ánimo que ellos tengan ese día, según nos cuenta Juán.

En muchas ocasiones, Juán lamenta no poder llevar a Lydia a algunos sitios porque no son accesibles. "Todavía queda mucho por hacer en cuanto a las barreras arquitéctonicas", dice. Un ejemplo, nos cuenta, el de la calle Segovia, antes de llegar a la Plaza Mayor, donde "la acera es igual que la carretera, por lo que un invidente no puede diferenciarla", afirma.


Aún así, Juán y Lydia disfrutan de su tiempo juntos de la mejor forma posible.Tan sólo cinco horas a la semana, pero para ellos, un tiempo muy preciado. Después de cerca de dos años, Juán nos dice, que ya se siente de su familia. Y de hecho, es muy querido por la madre y la abuela de Lydia, las cuales se suman, en algunas ocasiones, a los paseos de ambos.

Un tiempo esencial

Ahora, esta labor se ve recompensada, con el premio que FAMMA le otorga por su trabajo como voluntario. "Es demasiado para mí", nos dice, "pero me animará a seguir". Y es que desde que comenzó con esta labor, según nos dice, se siente "más humano".

Juán anima a todas aquellas personas que dispongan de tiempo libre a que se sumen a esta tarea de voluntariado, donde un tiempo insignificante para muchos, puede ser "esencial para otros".

Leido en:

http://www.elmundo.es/especiales/2003/03/sociedad/hacia_la_igualdad/protagonistas/2007/protagonistas123.html